Llueva, nieve, haga frío o calor, no importa, es jueves y toca ir al monte. En esta ocasión nos ha respetado el tiempo y hemos disfrutado de un día soleado por estas tierras navarras.
La primera parte del recorrido discurre por la Cresta de la Trinidad que forma parte de la Reserva Natural de los Acantilados de la Piedra y San Adrián. Terreno calizo cubierto de encinas, boj, sabinas y enebros entre otras plantas. Desde estas zonas altas tenemos buenas vistas del valle del río Irati y de la Foz de Lumbier.
A partir del kilómetro 5 iniciamos un descenso prolongado que nos lleva a la Foz de Lumbier. La foz es un profundo cañón excavado en la roca por el río Irati que en estas fechas lleva un abundante caudal. Finalizada la ruta, a comer, en esta ocasión en la localidad de Liédena. Como siempre, un día de diez.